viernes, 10 de noviembre de 2017

TRAUMAS SEXUALES DURANTE LA INFANCIA
:- Un buen número de varones que fueron violados o maltratados sexualmente en su infancia desarrollan una confusión con respecto a su identidad masculina. Al igual que otras víctimas de violación, piensan que de alguna manera ellos provocaron el abuso. Durante la adolescencia, su relación con las muchachas está limitada por la vergüenza de lo que han vivido y porque creen de que ninguna chica podría quererles si conociesen sus experiencias sexuales anteriores. Rebeldía y rechazo propio.- El tipo de enfado que más induce la homosexualidad es el enfado consigo mismo. Como resultado de un continuo rechazo por parte de sus compañeros, muchos niños adquieren un intenso disgusto hacia sus propios cuerpos, pensando que éstos son débiles, poco atractivos y poco masculinos. Se sienten tan incómodos con su físico que pasan muchísimo tiempo fantaseando sobre cómo escapar de su cuerpo y entrar en el cuerpo de otro. Esta ilusión enfermiza puede empezar cuando son jóvenes e inducir hacia una fuerte atracción física por otros del mismo sexo. EN MUCHOS HOMOSEXUALES la conducta autodestructiva, peligrosa, adictiva y sadomasoquista nace de un intenso disgusto hacia uno mismo. El enfado consigo mismo es también una de las causas por las que el varón decide vestirse como una mujer. Finalmente, el colmo de la aversión hacia uno mismo y hacia el propio cuerpo se puede observar en aquellos que se someten a cirugía para cambiar de sexo, aunque algunos lo hacen para conseguir un cuerpo operativo que le permita practicar la homosexualidad. En un grupo reducido de personas, la homosexualidad se origina en una "necesidad" de rebelarse fuertemente contra sus padres, su familia, sus compañeros, la cultura cristiana o Dios. La conducta homosexual que es inducida por la rebeldía se observa en aquellos cuyos padres del sexo opuesto eran muy controladores, emocionalmente insensibles, físicamente abusivos o profundamente narcisistas. Al igual que a otra gente enfadada, esa rebelión les produce cierto placer. A algunos de ellos les encanta que sus madres sepan que su estilo de vida es el rechazo extremo de un amor femenino o (en el caso de las lesbianas) como sus padres comprueban que no sienten necesidad del amor masculino. También sienten placer escandalizando a sus padres con su conducta. El enfado excesivo también se manifiesta en otros aspectos de la vida homosexual. El más notable es el enfado agresivo-pasivo, que consiste en un silencioso desahogo de hostilidad mientras se pretende no estar enfadado y se manifiesta, por ejemplo, en no informar al compañero sexual de que se es portador del virus que causa del SIDA. Estas personas a menudo sienten que porque ellos tienen que sufrir, otros también deben hacerlo. Por último, se observa también un intenso enojo en los homosexuales dentro de los medios de comunicación social, en la educación, en la salud o en la política, cuando intentan obligar al resto de la sociedad a que acepte la homosexualidad. Podríamos mencionar mas causas de las que los estudios estadísticos arrojan porcentajes comunes significativos, pero esto es un estudio no una asignatura de psicología, y son suficientes para que nos hagamos una idea del origen de estos trastornos de personalidad.

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